Lydia nació en 1997 con sordera bilateral, un hándicap para muchos. Con tan solo dos años, ya se sometió a una primera operación para recuperar su oído izquierdo mediante un implante coclear. Hasta 2008, momento en el que decidió operarse también su oído derecho.
Lydia es diferente., no se amilanó y mantuvo intactas sus ilusiones. Eso sí, sus aficiones las tenía que hacer en silencio, concretamente “pilotar en silencio”.